
Esta es una divertida comedia de enredo en la que el recurso del travestismo cobra gran importancia, pues se da doblemente en los personajes de César y Lisarda. De Las manos blancas no ofenden podemos destacar que es una de las pocas obras áureas en las aparece un personaje masculino disfrazado de mujer.
¡Os animo a todos a disfrutar de la Compañía Nacional y de esta fantástica obra de Calderón!